08 enero, 2007

La madre de todas las ciencias

Dicen que la paciencia es la madre de todas las ciencias y, en cierta medida, concuerdo con esa afirmación. Para lograr cualquier cosa se requiere de una dosis importante de esta característica, difícil de cultivar, porque es común querer que todo sea rápido y maravilloso en un abrir y cerrar de ojos.

El Diccionario de la Real Academia Española lo consigna como: 1. la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse, 2. capacidad de hacer cosas pesadas o minuciosas, 3. la facultad de esperar cuando algo se desea mucho, 4. Tolerancia o consentimiento en mengua del honor.

Cuando leo el punto 1 y 2, me parece que la paciencia no es lo mío. Sin embargo, en el punto tres encuentro un sentido y siento que, de pronto, me he vuelto mucho más paciente, que he aprendido a no desesperarme tanto cuando las cosas no son como yo quiero right now.

Supongo que, de cierto modo, la paciencia viene a ser como la esperanza, en cuanto reconforta un poco. Y es que las cosas se toman su tiempo, para que cuando lleguen, uno pueda disfrutarlas con muuuchas ganas.

Ahora bien, si la paciencia es la madre de todas las ciencias, no puedo dejar de preguntarme ¿quién es el padre? Berp!!