28 agosto, 2011

Let it be!


Encerrada en el depto gracias al "Huracán Irene" -que ahora tiene categoría sólo de tormenta tropical- he tenido tiempo de descansar y limpiar mi mente. He decidido -tal y como lo leí en "Eat, Pray and Love" el año pasado- que no voy a dar cabida a mis pensamientos insanos. Basta de preocuparse, es tiempo de "ocuparse".
Tengo bastante cosas puntuales de las cuales hacerme cargo y que deben ser prioridad, así que no hay tiempo para perder... Pierdo demasiada energía intentando meterme en el cerebro de este homosapiens y aunque mi ego se retuerza, debo admitir que no me están pescando, ni un poquito. Me carga! Qué se cree este sujeto??!! Pero ya, lo debo aceptar. Al final, el que quiere estar está y dado mi trauma tras sobrevivir a mi quiebre el año pasado, simplemente no tengo ganas de andar rompiéndome el cerebro analizando las señales de que le gusto y después las que me hacen creer que no.
Me gusta este hombre! Me gusta! Me gusta! Me gusta mucho! Me encantaría que empezaramos a salir y todo los etc. Pero no estoy pal hueveo. Rico el tira y afloja, pero todo tiene un límite, no estoy disponible para cuando se le de la gana. Por eso, me libero hoy. Me desligo y que todo pase como tenga que pasar.... me voy bien lejos de él emocionalmente, porque estoy loca!!! No tenía contemplado sentir esto de nuevo y  no transo lo que quiero, lo quiero todo!
Me siento bien patética escribiendo esto la verdad jajaajaj por qué tengo que ser taan intensa para todo? Latera, latera! Parezco cabra chica enojada porque los papás no le quisieron comprar su juguete. Lo reconozco, estoy picada! Me resisto a que aparezca este ser en mi vida, que me encante y que no me de ni la hora. Mal! Pero equis, el propósito de este post es establecer la liberación de mi basura mental. Bienvenidas las buenas energías!!!! Necesito liberar espacio en mi disco duro para disfrutar a mil de mi nueva vida aquí. Me va a costar un poco, porque esta cosa del control me gusta. No, realmente no me gusta, es más bien una necesidad para estar segura y evitar la incertidumbre, entonces  aceptar que prácticamente no puedo controlar nada en este minuto me cuesta y al final es mi eterna lección por aprender: tener paciencia y entender que el 90% de la vida es impredecible. Por eso "Let it be" es la consigna y como en todo lo que me embarco, voy a perseverar.



27 agosto, 2011

Tu cicatriz en mí


Ha pasado un año desde que terminó una relación muy importante para mí. Ha sido un año increíble!! Demasiados cambios, sorpresas y crecimiento personal que jamás imaginé iba a alcanzar. Tras ver todo oscuro y sentir un dolor que quemaba por dentro, descubri que soy una mujer power, soy mucho más fuerte de lo que creí... Ese quiebre ha sido el inicio de un viaje para conocerme a mí misma que me ha llenado de fortalezas y alegrías.Gracias al dolor de aquella época salté hacia nuevos horizontes, cambiando de país, y con ello, empezando una nueva vida que me encanta.
No pensé que volvería a sentir paz de nuevo. Volver a confiar en Dios y en el destino parecía imposible, pero sucedió. Me siento feliz, con energías y ganas que desconocía. Sin embargo, hay un tema que me ha costado aceptar: yo he cambiado. Sí, soy diferente y me cuesta asumirlo. Siento que cuando uno ha sufrido una tristeza grande pierdes la inocencia.  Ya no soy esa "princesa" que daba la vida por su "príncipe", creo que el amor no lo puede todo -sigue siendo una prioridad en mi vida-, pero descubrí que en una relación son dos los que deben amar con intensidad y remar juntos. Tengo menos tolerancia a la indecisión y de algún modo me he endurecido, desconfío más. Ahora pienso todo con más cuidado, pero sigo viendo la vida con intensidad y quiero volver a amar con la intensidad con que amé -Y lo necesito-. No quiero pensar, quiero sentir! Quiero sentirme importante en la vida de alguien y que no tenga miedo de comprometerse con la relación y amarme. Suena tan simple, pero no lo es. 
Las penas de amor se superan, uno lo ve imposible, pero uno se sana del dolor. Sin embargo, queda una cicatriz, una marca que te recuerda siempre dónde estuviste y cómo aprendiste. A mí me duele mirar atrás y verme a la distancia, destruída. Me gusta verme ahora, pero la cicatriz me molesta, no quiero tenerla conmigo.
Reconozco que tengo miedo a pasarlo mal otra vez y por eso es que tal vez debo alejarme de la persona que me movió el piso de nuevo, porque mientras más lo conozco, más me gusta y no sé siestoy traumatizada o realmente no está en el plan de tener algo conmigo ahora o quizás nunca jajaja ... Y la verdad, no tengo ganas de estar sólo pa' cuando al otro se le de la gana. No pues. No más. Mucho me gustará, pero primero estoy yo ahora.
Esta cicatriz me tiene alerta a no exponerme de nuevo, a ser cuidadosa. No sé si quiero eso. Pero, tal vez cargar la cicatriz sea bueno, porque es un recordatorio para no cometer el mismo error y tal vez sea una herida de guerra, un tropiezo del cual he sacado lecciones valiosas. Sin embargo, no puedo evitar que me de nostalgia. Nostalgia de mí, de quién era y de todo lo que amé. No quería ese cambio forzado, quería seguir siendo un poco niña tal vez. Supongo que cuando me tope con el amor profundo de nuevo, esa parte de mí que hoy creo desaparecida va a renacer, en una versión 2.0, más madura y más sabia. Mientras, como me dijo mi amiga M hace un par de horas atrás, lo importante es preocuparme de mí y dejar que las cosas pasen. Porque el que quiere estar, está como sea.

12 agosto, 2011

Esa soledad social...

Me he dado cuenta la inmensa soledad que viven muchas personas, estando rodeados de mucha gente. Es algo que no deja de impresionarme y más en Nueva York, donde me ha tocado ver personas que con sólo una sonrisa les alegras el día, con sólo escucharlos unos minutos les cambias la vida.... Tan poquito, a veces, hace tanto.

Hoy tuve un día loco... bien loco. Después de escribir en la página Web en la que estoy colaborando me fui a comer comida Thai, andaba tentada con unos noodles. Cuento corto me empezó a hablar una mujer morena (aquí no se puede decir negra) como de mi edad y no sé como nos estábamos contando la vida entera, más ella que yo. La pobre era de esas  que una vez que tienen hijos se olvidan por completo que son mujeres, se ven así mismas sólo como madres sin capacidad para arreglarse y andar de minas un dia por la vida, sin tener un minuto para ir al baño a hacer del número dos sin que el cabro chico ande lloriqueando por ahí.... Terrible!!! Casi que su vida había terminado porque tenía dos hijos!! Yo no soy mamá aún, pero definitivamente eso es lo que NO quiero para mí... creo que es un concepto mal entendido eso de pretender ser santa por ser mamá o creer que ya no tienes atractivo ni capacidad para hacer cosas. No!!! Ser mamá no es estar muerta!! Qué error garrafal de una sociedad egoísta!! Ser mamá es un privilegio maravilloso, no puede ser una pesadilla, aunque las empresas tacañas quieran hacernos creer eso porque no les acomoda!

En fin, para no desviarme tanto del tema, no sé por qué, me dio pena ella, la vi soooooolaaaaaa.... y estaba ahogadísima!! Hablamos horas, de horas, de horas. La madre Teresa me poseyó yo creo porque pucha que estuve caritativa y la acompañé a comprarse un vestido bien sexy para recuperar a la hembra alfa que llevaba dentro. Me agradeció muchas veces el día que le hice pasar. Yo no sé qué despertó en mí este fashion emergency improvisado y onda psicóloga que me hizo pasar toda la tarde con una total desconocida.... Me dio pena no más, ver que hay tanta gente así, sola, sin tener a nadie que te escuche...

Estoy tan agradecida de tener a mis amigos conmigo. A la distancia sí, pero conmigo cerquita con el corazón. Tengo una tremenda amiga aquí también y la verdad que me siento feliz. Estoy en un momento en que disfruto absolutamente de mi propia compañía, no tengo rollo alguno en ir a comer sola o ir al cine sola. Incluso, muchas veces busco esos momentos porque me hace bien. El tema, es cuando se viva esa soledad triste. El puto individualismo en el que estamos metidos, rodeados de gente, pero más solos que nunca.

Yo me niego a ser parte de ese sistema. Y mis amigos saben que siempre me hago un tiempo para escucharlos y espero lo mismo de la gente que quiero. ¿Qué cuesta parar un poquito, bajar un poco la velocidad? ¿Qué cuesta prestar atención a las señales del entorno? Cuántas vidas podrían ser salvadas!

Le conté a mi roommate de mí día y encontró que estoy totalmente loca. Hasta me sentí medio mal, pensando que tal vez metí la pata siendo tan amigable... Tal vez hice una buena acción. Tal vez hice una nueva amiga. Tal vez estoy realmente loca.