
"Toda mujer que le falte el respeto a sus hijos merece morir"
Con esta premisa, el prestigioso oftalmólogo Julián García dio muerte a todas aquellas féminas que, de una u otra forma, abandonaron a sus hijos, haciendo que más de alguno se volviera un fanático de la teleserie nocturna de TVN.
Sin duda, "Alguien Te Mira" dejó huellas en la audiencia por su cuidado guión, envolvente y lleno de misterios; lo delicado de sus efectos especiales, siempre bien logrados, haciendo uso justo de la sangre y con unos corazones de látex 100% creíbles. Asimismo, cabe destacar cada una de las actuaciones, que lograron un justo equilibrio, en especial la de Álvaro Rudolphy (el psicópata asesino), cuya sutileza difícilmente pueda ser igualada.
Frente a tanta adulación, lamentablemente, no puedo decir lo mismo del descenlace: demasiado apresurado a mi juicio, una sucesión de acontecimientos algo evidentes, interrumpidos por un exceso de cortes comerciales (ok, sabemos que el rating estaba disparado, pero la continuidad se iba a la mierda y la intriga se convertía en tedio). Y sí, Julián merecía morir, pero esperaba más acción en torno a su muerte, una mayor interacción con Benjamín, mayor emoción... tensión dramática, característica de "un final".
Pero bueno, no por eso voy a destruir una teleserie que me dejó pegada desde el principio y que ojalá signifique el inicio de tomarse el género con mayor seriedad, a fin de obtener productos de buena calidad y con una facturación impecable, factor primordial para hacer de "Alguien te mira" un fantaseo colectivo, una serie de elucubraciones y psicopateos varios que nos entretuvieron por cerca de cuatro meses.
Es efectivo, alguien te vio y lo disfrutó.
Sin duda, "Alguien Te Mira" dejó huellas en la audiencia por su cuidado guión, envolvente y lleno de misterios; lo delicado de sus efectos especiales, siempre bien logrados, haciendo uso justo de la sangre y con unos corazones de látex 100% creíbles. Asimismo, cabe destacar cada una de las actuaciones, que lograron un justo equilibrio, en especial la de Álvaro Rudolphy (el psicópata asesino), cuya sutileza difícilmente pueda ser igualada.
Frente a tanta adulación, lamentablemente, no puedo decir lo mismo del descenlace: demasiado apresurado a mi juicio, una sucesión de acontecimientos algo evidentes, interrumpidos por un exceso de cortes comerciales (ok, sabemos que el rating estaba disparado, pero la continuidad se iba a la mierda y la intriga se convertía en tedio). Y sí, Julián merecía morir, pero esperaba más acción en torno a su muerte, una mayor interacción con Benjamín, mayor emoción... tensión dramática, característica de "un final".
Pero bueno, no por eso voy a destruir una teleserie que me dejó pegada desde el principio y que ojalá signifique el inicio de tomarse el género con mayor seriedad, a fin de obtener productos de buena calidad y con una facturación impecable, factor primordial para hacer de "Alguien te mira" un fantaseo colectivo, una serie de elucubraciones y psicopateos varios que nos entretuvieron por cerca de cuatro meses.
Es efectivo, alguien te vio y lo disfrutó.