18 septiembre, 2010

Déjate caer






¿En qué minuto se puso todo tan mal? ¿Cómo nunca antes vi que venía una tormenta tan grande? He vivido muchos golpes últimamente y por causa de eso, estalló en mí una energía que parecía esperar un momento como este para salir, un millón de emociones que estaban escondidas esperando su oportunidad de mostrarse y mostrarme a mí que era el momento para decidir sanar mi alma. Colapsé, no quiero más, entré en el espiral de la ansiedad y desesperación.

Hoy estoy tan desilucionada de todo; de la persona que amo; del lugar donde trabajo y de la vida misma. Estoy en ese punto en que nadie quiere estar: sintiendo una tristeza profunda y en la desesperanza absoluta. Creo que estoy en el hoyo y estoy tan asustada, que no veo la salida aún, porque ya caí lo suficiente y me duele demasiado, entonces me pregunto ¿será que ya toqué fondo? ¿o acaso puedo seguir cayendo?

La psicóloga me dice que vea en esta gran crisis una oportunidad para sanarme. Este es el momento, antes de irme de la casa de mis papás, antes de casarme y antes de tener hijos. Ahora es cuando puedo salir adelante, fortalecerme y curiosamente, dejarme caer. Sí, eso fue lo que ella me dijo... debo dejarme caer, rendirme y saborear este trago amargo, para luego empezar a subir con más fuerzas que antes y más feliz.

Pero me cuesta soltar... hace poco escribí sobre eso y mis pocas sesiones con la psicóloga ya me hablaron o mejor dicho, me confirmaron que esa es mi gran tarea: aprender a soltar y tener paciencia para que todo fluya como debe ser... Supongo que Dios confabuló para que todo estuviera mal ahora y pueda estar bien mañana.

No sé... la verdad es que estoy sacándome los prejuicios y los esquemas, intentando dejarme llevar, para sacar un poco a mi cabeza y rescatar a mi corazón para las grandes decisiones y la forma en que quiero vivir la vida. Sé que no será fácil y no creo que sea un camino rápido, pero demore lo que demore, esto TIENE que ser para mejor y yo renaceré como un ave fénix.

No hay comentarios.: