No se juega con los sentimientos de la gente. Eso te enseñan en primer año de periodismo en la Universidad. Claramente, poco y nada le importa a los ejecutivos de los medios, a cambio de obtener los tan ansiados puntos de rating o la venta de sus publicaciones.Todo esto, a raíz de un hecho casi ridículo: un joven aspirante a modelo de tv, acusó hace unos días al programa Cara & Sello de engañarlo, al prometerle que arreglarían sus dientes a cambio de que se prestara para participar de un "desigual" paralelo con un top model argentino.
Resumen: el pobre hombre hizo el graaan ridículo (porque claramente no tiene condiciones de modelo y jamás podría compararse con un top... para eso, mejor un Pato Laguna, mal que mal fue cuarto en "Mister Mundo"). Además, su dentadura jamás fue arreglada y así nunca podrá siquiera acercarse al sueño de vida que tiene, ser un cotizado maniquí de la pantalla chica.
Y así, con un hecho pequeño y que no le importa mucho a nadie, nos damos cuenta del tremendo daño que se le puede hacer a una persona, que ve en los medios de comunicación, la solución de sus problemas (ERROR, pero también en parte hemos construido esa imagen -tema para otro día-).
Insisto, no se juega con las ilusiones de las personas... el precio de la fama, dicen por ahí. Mi consejo: vaya acostumbrándose chicoquito, porque si llega a la cima (15 minutos de fama), las promesas sin cumplir serán otras, los costos del estrellato más altos y la dentadura... bueno, al menos la dentadura sí será espléndida.


Desde entonces, no ha habiado grandes variaciones a la prenda de lencería por excelencia, fiel compañero de todas las mujeres, que cuenta con una variedad impresionante de colores, texturas, tallas y formas, para el gusto de todas y para impresionar a más de alguno...


